Anticonceptivos hormonales, métodos que usan hormonas para evitar el embarazo. También conocidos como anticonceptivos orales, son uno de los sistemas más usados en todo el mundo porque son eficaces, fáciles de usar y se adaptan a muchas necesidades. Funcionan principalmente impidiendo la ovulación, espesando el moco cervical para que los espermatozoides no lleguen al óvulo, y cambiando el revestimiento del útero para que un óvulo fecundado no se adhiera. No son todos iguales: hay píldoras, parches, anillos vaginales, inyecciones e incluso dispositivos que liberan hormonas directamente en el útero.
Entre las opciones más comunes están la píldora anticonceptiva, la que tomas todos los días, el parche anticonceptivo, que se pega en la piel y cambia las hormonas semanales, y el anillo vaginal, un anillo flexible que se coloca dentro de la vagina y se cambia cada tres semanas. Cada uno tiene su ritmo, su dosis y su forma de actuar. Algunas personas prefieren la píldora por control diario, otras el parche por no tener que recordar tomarla cada día, y otras el anillo porque no implica tragar pastillas.
Los efectos secundarios más frecuentes incluyen náuseas, senos sensibles, cambios de humor o sangrados entre períodos. No todos los cuerpos reaccionan igual: lo que funciona bien para una persona puede causar molestias en otra. Lo importante es saber que no hay una opción universal. Si una píldora te hace sentir mal, no significa que todos los anticonceptivos hormonales te harán lo mismo. Hay versiones con distintas combinaciones de estrógeno y progestágeno, y también opciones sin estrógeno para quienes no pueden tomarlo.
Algunos estudios recientes muestran que los anticonceptivos hormonales también pueden ayudar con el acné, los cólicos menstruales intensos o el síndrome premenstrual grave. Pero no son medicamentos para tratar enfermedades: son para prevenir embarazos. Si tienes dudas sobre tu historial médico, como presión alta, coágulos, migrañas con aura o antecedentes de cáncer de mama, es clave hablar con un profesional antes de empezar. No todos los anticonceptivos hormonales son seguros para todos.
En esta colección encontrarás comparaciones reales entre marcas y genéricos, consejos para elegir el que mejor se adapta a tu rutina, y advertencias sobre interacciones con otros medicamentos que quizás no conoces. También verás qué pasa cuando dejas de tomarlos, cómo afectan tu ciclo, y qué alternativas existen si los hormonales no son lo tuyo. No se trata de convencerte de usar uno u otro, sino de darte información clara, sin jerga médica innecesaria, para que tú decidas con confianza.
Compara Ginette-35, sus componentes y ventajas frente a Diane-35, Yasmin, Loestrin y otras píldoras. Descubre cuándo elegirlo y cómo manejar sus efectos.